Para los aficionados al buen cine y querendones de lo nuestro, la noticia de una nueva película boliviana nos causa siempre una alegría íntima, un deseo de que “haya salido bien”, que las salas la exhiban por semanas enteras, en buenos horarios, que el público quede encantando y los críticos, contentos. No siempre sucede, claro, aunque en los últimos años la calidad en nuestras producciones ha ido en aumento, tanto a nivel técnico, como de actuación y dirección. Si algo refleja aún la necesidad de mayor esfuerzo, diría que son los guiones, la base misma de las historias. De cualquier modo, son las personas de producción quienes merecen un aplauso especial, por su obcecada dedicación a hacer que lo imposible suceda.
Agosto es el mes de la patria y el acto cívico de esta cartelera no será un desfile que entorpezca el tráfico y haga faltar al trabajo a las madres que necesitan aplaudir a sus aburridos y desganados adolescentes. Hoy hemos seleccionado, para incluir en nuestras coleccionables páginas una lista de largos y cortometrajes vinculados a esta tierra, sea hechos en Bolivia o sobre Bolivia. A excepción de uno, todos tienen la particularidad de haber sido realizados por directores extranjeros o por bolivianos que viven lejos. Todos son importantes, pero hasta donde sabemos, pocos se han proyectado en las salas locales. En algún caso, ni siquiera se han estrenado en Bolivia, aunque varios están disponibles en algunas plataformas. Pasen y sírvanse, caseritos.
- Bolivia. Israel Adrián Caetano, Argentina, 2001. Aclamada internacionalmente, esta película cuenta la historia de Freddy, un hombre que migra a Buenos Aires, separándose de su familia para buscar un mejor destino. El filme refleja su vida diaria como empleado de un bar de barrio, a través de un guion honesto y prolijamente trabajado.
- El regalo de la Pachamama. Toshifumi Matsushita, Bolivia / Japón / EEUU, 2008. El protagonista es un niño de 13 años, Kunturi, que durante varios meses viaja por la ruta de la sal, junto a su padre. Una historia rodada en los paisajes altiplánicos y el impresionante Salar de Uyuni, con música de Luzmila Carpio.
- Return to Bolivia, Argentina, Mariano Raffo, 2008. Documental sobre una familia de migrantes bolivianos en Argentina, donde han montado una venta de verduras. Sus jornadas son muy sacrificadas, trabajando 20 horas por día, lejos de sus raíces. Un día deciden subir a un bus y volver a su tierra para conseguir gente que los apoye en el negocio. La cámara acompaña a la familia durante todos estos momentos. Disponible en cinemargentino.com.
- Talleres clandestinos, Catalina Molina, Austria / Argentina, 2010. Galardonado en el Premio Europeo de Cortometrajes, este corto ha sido seleccionado también por varios festivales. Juana es una joven que ha sido reclutada para trabajar en un taller de costura en Buenos Aires. Ha sido llevada con engaños y se ve obligada a sobrevivir, entre el acoso de un capataz, la nostalgia por su bebé y su esposo y la necesidad de mandar dinero a su familia.
- El ascensor, Tomás Bascopé, Bolivia, 2009. Una entrañable película nacional, que por alguna razón no tuvo suficiente tiempo en salas. Es un thriller estupendamente logrado, por tres personajes, atrapados durante toda la historia –tres días- dentro de un ascensor, en Santa Cruz en un feriado de carnaval. Disponible en YouTube.
- Salar. Nicholas Greene, Reino Unido /EEUU / Bolivia, 2011. Cortometraje premiado en el Grand Off World Independent Film Awards, por el trabajo de Juan Carlos Aduviri, como mejor actor. También estuvo incluido en la lista corta para el Oscar de 2013 y ha sido galardonado en numerosos festivales de renombre. Relata el encuentro de un médico estadounidense y un trabajador del salar, a quien sus compañeros han apuñalado. 21 minutos sin desperdicio. Disponible en Vimeo.com.
- Érase una vez en Bolivia. Patrick Cordova, Bolivia, 2012. Ganadora de varios premios a mejor película y dirección, tiene a actores como Raúl Beltrán, Luis Caballero, Miguel Estellano, Miguel Angel Mamani, Iván Nogales y Reynaldo Yujra. Cuenta el viaje de dos medios hermanos, de distintas clases sociales, raíces y rasgos étnicos, que deben viajar por la frontera en una época de graves conflictos para el país.
- Unicornio. Rodrigo Bellott, Bolivia, 2013. Este cortometraje fue seleccionado en su momento para la sección Short Film Corner, del Festival de Cannes, gracias a la calidad de su producción. La historia se basa en un hecho real, sucedido en una colonia menonita. Su protagonista es un joven homosexual que decide escapar de su comunidad, a riesgo de su propia vida. Al parecer tuvo una sola exhibición en el país. Disponible en la plataforma mowies.com.
- Camino a La Paz, Francisco Varone, Argentina, 2015. Ópera prima del género road movie, cuyos protagonistas son un joven argentino que trabaja de taxista y un anciano de religión musulmana que viajan en auto desde Argentina a Bolivia. Una odisea de 3.000 kilómetros, también muy galardonada en el exterior del país. Disponible en Netflix.
- A taste of sky. Michael Lei, Estados Unidos, 2019. Un documental que descubre la historia del proyecto gastronómico generado por Claus Meyer en Bolivia, donde la comida y el uso de productos locales son la piedra fundamental. El joven director, Michael Lei, descubrió esta historia durante sus vacaciones, paseando por Bolivia, cuando descubrió Gustu y se percató de que había probado “el sabor del cielo”. El film se ha estrenado este año en el Festival de Tribeca y aún no tenemos noticias de su llegada a Bolivia.