Hey, milennials, cuando su madre les dice que ya están aburridas de pedirles que recojan su ropa del piso “matineé, tanda y noche” ustedes no tienen idea de qué es eso, ¿cierto? Pues anoten, eran los nombres de las funciones que las salas de cine ofrecían hace unas cuantas décadas. Matineé a las 14:30, tanda a las 19:00 y noche a las 21:30.
Sepan también que hubo un tiempo en que el cine fue un espacio de entretenimiento popular y accesible para la mayoría de la gente. Las salas se creaban en los barrios de las ciudades y los precios de las entradas eran tan bajos que de sólo recordarlos provoca disnea suspirosa. No había candy bar y, lo mejor, las películas se exhibían en su idioma original (¡aplausos!).
Continuamos con la nostalgia del 68 y es que la lista de producciones vitales de ese año es muy nutrida, por eso se hizo difícil seleccionar solamente éstas:
- Mina Alaska (Jorge Ruiz) Bolivia. Esta película fue hecha con material grabado varios años antes y que se creía desaparecido. Ruiz rodó escenas nuevas para completar la trama, creando una historia de aventura y suspenso que recorre buena parte del país. El maestro Alberto Villalpando se hizo cargo de la música.
- El color de la granada (Sergéi Parajánov) Unión Soviética. Parajánov fue un cineasta rebelde y subversivo, cuyas obras fueron censuradas por las autoridades soviéticas. A partir de extractos de poemas del protagonista, Sayat Nova, el director recarga cada escena con simbolismos y elementos surrealistas. Un recorrido por la vida del poeta armenio rebelde y la belleza de la cultura caucásica.
- Te amo, te amo (Alain Resnais) Una gema del cine experimental y, además francés. Un viaje a través del laberinto del tiempo, como parte de un experimento científico, que se complica y deriva en regresiones y recuerdos fragmentados.
- Lucía (Humberto Solás) Cuba. En palabras de su propio realizador “Lucía es una película que transcurre en tres períodos; 1895, durante la guerra de la Independencia; 1933, la guerra y el “triunfo” contra Machado y 196…, con la verdadera revolución cubana. Se enmarca en un momento en que para nosotros lo fundamental era la búsqueda de nuestras raíces.” Esta obra se proyectó nuevamente en la sección de clásicos del Festival de Cannes 2018. Un merecido homenaje a Solás, el cubano que estuvo en Bolivia hace más de 20 años, para dictar un taller de dramaturgia en Yungas.
- Isadora (Karel Reisz) Reino Unido. Es la biografía de la bailarina y coreógrafa Isadora Duncan, cuyo estilo único y alejado de los clásicos patrones logró cambiar el concepto que se tenía sobre el ballet clásico, por lo que es considerada como precursora de la danza moderna.
- La batalla de Argel (Gillo Pontecorvo) Italia. Rodada en 1966, pero premiada internacionalmente el 68 y con música de Ennio Morricone, esta película trata sobre la guerra independentista de Argel para librarse de Francia. El protagonista, un ladronzuelo de las calles, observa una ejecución en la cárcel, lo que desencadena su fuga y posterior alistamiento en el Frente de Liberación Nacional.
- El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner) EE.UU. Con protagonistas como Roddy McDowall y Charlton Heston, ésta es la obra sobre la cual se han hecho tantas y variopintas versiones posteriores. Este clásico de la ciencia ficción trasciende todos los tiempos, por sus planteamientos sobre el ser humano. Está ambientada en el futuro (1974) y parte de la accidentada llegada de unos astronautas a un planeta gobernado por simios de inteligencia superior, que esclavizan a humanos que no pueden hablar.
- Las sandalias del pescador (Michael Anderson) EE.UU. Con la actuación de Anthony Quinn, Vittorio de Sica y Laurence Olivier, entre otros grandes nombres, la película se basa en el bestseller del mismo nombre, escrito por Morris West. Cuenta la historia de un cura ucraniano, que sale de la prisión en Siberia para ir al Vaticano, donde es nombrado Cardenal.
- Bonnie and Clyde (Arthur Penn) EE.U. Ambientada en los años 30, dicen que podría ser la primera película del cine moderno de este país. Creo que es una de las fuentes de inspiración de Tarantino, pues como él, explota la violencia extrema como recurso para cambiar el sistema. Es la historia de una joven pareja de delincuentes, enamorados y asesinos, antihéroes que roban bancos y matan policías, esos en los que nadie creía, ni antes, ni ahora.
- La noche de los muertos vivientes (George A. Romero) Estados Unidos. Una cinta de bajo presupuesto, que se considera entre las mejores de ese año en los EE.UU. Podría decirse que es el film arquetípico de las películas de zombies, pues con ella nació el subgénero del terror dedicado a estos horripilantes resucitados comedores de carne.
- Érase una vez en el oeste (Sergio Leone) Italia. Obra insignia del spaghetti western que relata la trama alrededor de la matanza de una familia entera, en una zona alejada y desértica en el oeste de los EEUU. Crimen, traiciones e intereses corporativos son los ingredientes de esta magnífica película.
- Ufa con el sexo (Rodolfo Kuhn) Argentina. Probablemente poco conocida, pero importante porque, entre otras cosas, nunca se proyectó en su país de origen, fue prohibida bajo el pretexto de ser inmoral. Relata el enamoramiento de un chico “bien” con una prostituta. Una mirada crítica a temas sexuales, hecha de forma poco ortodoxa para su época.
Esta página se publica también en la revista Rascacielos.