En Bolivia, ejercemos nuestro colonialismo con naturalidad, se sabe, pero resulta que el hecho de emigrar detona una suerte de resistencia cultural, que, a su vez, ocasiona cambios insospechados en la conducta. Por ejemplo, factores como los prejuicios de clase social y cuidar las apariencias desaparecen y la necesidad de ser boliviano y expresarlo, crece.Sigue leyendo «La Virginia de los bolivianos, la resistencia a desaparecer»