¿Qué sería de la humanidad sin los artistas? Sería menos humana y más bestia. Se nos atrofiaría el espíritu y nos convertiríamos en unos seres diminutos e insignificantes. El arte es, muy probablemente, una de las claves de nuestra evolución, nos ha permitido avanzar hacia horizontes más iluminados.
La cartelera de hoy es fruto de una muy difícil selección, pues en la búsqueda de historias dignas de recomendación, hallé mucho más de lo que cabe en este espacio y es que los artistas son seres cuyas vidas son todo, menos comunes y corrientes. Son existencias singulares, atípicas y muy intensas, pocas veces libres de tormento y dolor. Es más, se ha sostenido que el arte actúa como refugio, como canalizador del sufrimiento. Se ha dicho también que el arte es esencial para drenar la frustración colectiva, así que no se trata solamente de crear belleza, gracia y diversión. La producción artística cumple con un sinfín de cometidos que nos salvan de la miseria, de la tristeza, de la furia, del olvido y de la impotencia. El arte comunica y libera. El arte logra articular aquello que sus creadores necesitan expresar con lo que la sociedad siente y necesita, en una dinámica virtuosa, que alimenta mente y alma. Sostengo todo esto y añado que, además, la producción artística aporta sustancialmente a las economías de todo el globo. El arte es un fuego infinito, nos ha salvado de mucho y seguirá haciéndolo.
Conocer algunas historias de artistas es una buena manera de acercarnos a quienes crean y trabajan produciendo obras que nos ayudan a pensar, a cuestionarnos y a entender la vida en una dimensión más amplia que la de nuestros estrechos ombligos. Veamos.
Tootsie. Sidney Pollack, EEUU, 1982. Un clásico de clásicos, imperdible comedia para milenials y centenials que aún no se han enterado de esta película. Dustin Hoffman creó aquí a uno de sus personajes más inolvidables, haciendo de Michael, un actor que, pese a su talento y esfuerzo, no logra conseguir un buen papel que lo saque del anonimato. Un día de esos se percata de que hay una oportunidad en una telenovela que busca una actriz y decide presentarse como tal.
Billy Elliot. Stephen Daldry, Reino Unido, 2000. Combinando comedia y drama, esta historia es tan conmovedora como inspiradora. Cuenta la experiencia de un niño británico, hijo de una familia modesta y a la vez, conservadora, que contra las expectativas de su padre, un tosco trabajador minero, prefiere aprender ballet, renunciando a sus entrenamientos de box, ante la incredulidad de todos. La película estuvo nominada a tres premios Oscar y a dos Globos de Oro, además de otras varias nominaciones.Sigue leyendo «Ser artista y vivir para contarlo»
La película de mi vida. Selton Mello, Brasil, 2017. El protagonista nos narra su historia en primera persona y cautiva desde la primera escena. Es el chico más bueno del pueblo, aficionado al cine, hijo de una pareja que parece ser un ejemplo de matrimonio hasta que un día, al regresar a casa después de haberse recibido como maestro de escuela, descubre que su padre ha desaparecido. La búsqueda de una explicación se convierte en la razón de ser del joven Tony, mientras descubre el amor, el sexo y otros misterios. Adaptación de la novela «Un padre de película» de Antonio Skármeta.
Para Sama. Waad al-Kateab, Edward Watts, Reino Unido, 2019. Es, muy probablemente, uno de los mejores documentales que he visto jamás. Waad es una joven universitaria que se convierte en periodista a raíz de la violencia surgida en la ciudad siria de Alepo, cuando la población reclamaba por los abusos de poder del presidente Bashar al-Ásad. Waad filma su vida cotidiana, al lado de un esposo médico, en medio de los bombardeos, para que Sama, su hija recién nacida, pueda un día entender por qué se quedaron en Alepo, mientras miles huían, buscando refugio en otros países. Nominada al Oscar como mejor documental, ganadora de un premio BAFTA, de los Premios de Cine Europeo, entre muchos otros reconocimientos.
Monos. Alejandro Landes, Colombia, 2019. El creador de ‘Cocalero’ nos entrega una obra muy superior, filmada en lo alto de las montañas de la selva colombiana, donde un grupo de adolescentes, enlistados en la guerrilla, cumplen con la misión de vigilar a una mujer que han tomado como rehén. La naturaleza humana y la crudeza de sus miserias sólo añaden dramatismo a las desgracias de estos jóvenes, cuya vida parece no tener ningún sentido. Premio Especial del Jurado en Sundance. Nominada a mejor película internacional en los Goya.
Los caballeros. Guy Ritchie, Estados Unidos, 2019. Bastante despreciada por la crítica, creo que será muy bien aceptada entre el público, porque es una pieza muy grata en lo visual. Es una entretenida comedia, con ese tono inconfundible que otorga el sentido del humor británico, la elegancia europea y las escenas de acción de los mafiosos que compiten por su mercado. El elenco es, por sí solo, carnada suficiente para verla.