Tiene tan solo 22 años y es la única artista boliviana que ha participado en un musical off-Broadway en Nueva York, que agotó taquilla el pasado mes de febrero.
Aimara es el nombre artístico de esta joven que está a punto de graduarse de la carrera de Artes Escénicas (Performing Arts) en NYFA (New York Film Academy) con quien hablé hace poco y aquí comparto esa grata conversación.

Me cuenta que lleva la música en la piel, su papá le tocaba la clave mientras crecía en el útero de su mamá y cuando era niña cargaban con ella a cada concierto y guitarreada a la que ellos asistían u organizaban. A sus dos años, antes de caminar realmente, ya practicaba ballet y ahí comenzó un camino en el que ha ido descubriendo un sinfín de posibilidades que van desde el jazz al folklore, pasando por el flamenco, la cumbia y más. Hoy está formada en más de 30 tipos de danza.
“En Bolivia somos millonarios culturalmente, hay más de 27 danzas oficiales y más de 37 si cuentas las de comunidades más pequeñas. En diversidad cultural y folklórica tenemos muchísimo. Somos uno de los tres países más ricos del mundo”, afirma, recordando que cuando tenía 14 o 15 años lideró un grupo de danza folklórica en el colegio, que ganó varios concursos, siendo la menor del equipo. “Me gusta llevar la batuta”, ríe. “Esa fue la primera vez que realmente aprendí a dirigir y me di cuenta que también me gusta ese mundo, entonces no solamente me gusta bailar, sino también crear, dirigir, coreografíar, poner historias en escena.”

Antes de terminar el colegio, practicó también el baile flamenco en la escuela de Yadir Vásquez, en La Paz. Adicionalmente, ha explorado el jazz, la danza del vientre y varias vetas del folklore latinoamericano. Ha participado en la puesta en escena de la Casa de Bernarda Alba, donde le ha hallado gusto a la actuación y al canto; además le interesa la teoría musical, así que concluye que lo suyo son las artes escénicas y no quiere elegir una sola cosa a la cual dedicarse.
“Yo tengo muy claras las cosas que quiero hacer y el camino por el que quiero ir, quiero buscar la manera de formarme lo más que pueda en todas estas áreas para aplicarlas en el momento dado y no depender de nadie y poder llegar a cualquier oportunidad que se me dé, ya sea en danza, ya sea en actuación, ya sea en música, poder llegar y decir: estoy lista”.

La vida en Nueva York
Aimara (su nombre artístico) o Lucía Torrez Paniagua, como fue bautizada, vive como si no tuviese un minuto que perder, quizás por eso está terminando su carrera en tres años, en lugar de cuatro; un tiempo que ha incluido, además, aprender a organizarse y resolver todo por sí misma en una ciudad de ocho millones habitantes, madurar en soledad, bancarse una estafa, estudiar, practicar, trabajar, entender la dinámica de las audiciones, presentarse y manejar la frustración del rechazo, que es una constante en este oficio romantizado, pero en realidad, duro y muy competitivo.
“He tenido que aprender a estar conmigo al 100% y (…) ser completamente autocrítica, ser independiente en el sentido de que emocionalmente no puedo depender de otros. Es lindo y soy muy afortunada, tengo una relación muy cercana con mi familia, hablamos todo el tiempo, pero es muy diferente estar sola, y la única que sabe cómo ha sido mi día soy yo, y la única que sabe lo bien o lo mal que lo ha hecho soy yo, y la única que puede estar orgullosa o decepcionada soy yo, porque soy la única que realmente puede estar consciente de lo que está pasando en mi vida. Entonces, las decisiones, las caídas, las subidas, bajadas, todo es de mí, entonces, aprender a estar contigo, a quererte a pesar de todo a seguir creyendo en ti a pesar de los rechazos, porque las circunstancias externas siempre van a variar, siempre la gente va a tener una opinión.”
Luis Salgado y Barba

Ser aspirante a artista y ser latina en Nueva York y, además, una de las miles o millones que buscan todos los días un espacio en Broadway, es embarcarse en una misión que involucra presentarse a cientos de audiciones y prácticamente cero respuestas. Sin embargo, toda esta búsqueda conduce necesariamente a un nombre icónico en la ciudad: Luis Salgado, un coreógrafo, director y productor boricua que ha acumulado una experiencia fascinante, y que destaca no solamente como artista, sino como activista por la inclusión de la población latina en los Estados Unidos. Para Aimara era inevitable enterarse del trabajo de Luis y así sucedió.
“Él empezó con Lin-Manuel Miranda, estaban en el cast original de “In the Heights” uno de los musicales de latinos más famosos, es alguien que ha logrado mucho abriendo paso para los latinos, porque paralelamente cuando empezó “In the Heights”, fundó R.Evolución Latina, esta organización sin fines de lucro para ayudar y fomentar el arte en la cultura latina de Nueva York y darle un espacio a los latinos en el mundo del espectáculo de la ciudad, porque es difícil, es super competitivo, de por sí siendo extranjeros, inmigrantes, teniendo un acento, otro idioma, otra cultura, es más complicado y te encasillan por tu aspecto, te encasillan en un tipo de rol, por eso, en realidad, yo llegué a la audición de “Barba”, porque yo seguía Luis Salgado.”
Aimara seguía a Luis Salgado porque cuando se enteró de lo que hace R.Evolución Latina supo que “su misión coincidía mucho con mi misión, mi camino y mi perspectiva en las artes”. “Yo quiero generar valor con mi trabajo, independientemente del área, y lo que hace R.Evolución Latina es eso, buscan darte herramientas, un espacio. Hacen talleres de canto, baile, actuación, luego hacen shows de recaudación de fondos, eventos de calle, privados, campamentos de verano para que los niños estudien teatro, música, danza; también hacen talleres para adultos y todo es muy accesible. La condición es que luego tú lleves esa misión y esos aprendizajes a la comunidad. Puede ser en tu país o donde tú quieras, pero al ser parte de R.Evolución Latina te comprometes a dar. “Cuando leí eso sentí que era algo de lo que tenía que ser parte”.
En este punto es bueno destacar que, entre las variadas actividades que Aimara realiza, están varios trabajos, uno de ellos es dar clases completamente gratis, de danza latina, algo que ella comenzó a hacer antes de conocer R.Evolución Latina, así que cuando los encontró, fue como amor a primera vista.

Esta organización, creada por Luis Salgado, brinda una educación colaborativa y empoderadora a niños y jóvenes latinos, a través del arte, permitiéndoles descubrir todo su potencial. “Desde nuestros inicios en 2007, hemos podido formar un equipo comprometido a marcar la diferencia a través de las artes y que cree que puede capacitar a las personas para crear un mejor presente y construir un futuro más brillante.”
“A través de mi trabajo, soy un resultado directo del poder y el cambio que se produce cuando uno está expuesto a las artes. Puedo decir que los valores, la perspectiva y la confianza en mí mismo que tengo hoy provienen de mi exposición al teatro, la danza, la literatura y la música a una edad temprana.”
Luis Salgado, www.revolucionlatina.org
El caso es que Aimara se presentó a la audición de R.Evolución Latina, que fue muy distinta a otras a las que asistió antes, fue en grupo, en un ambiente muy cálido, conoció a Luis Salgado y otros a artistas y por la noche le llegó un email indicando que debía presentarse al día siguiente. Ella tenía que estar en una obra de teatro, pero se las arregló para asistir y así fue superando etapas hasta ser seleccionada para el musical off-Broadway, junto a otros 23 postulantes. Todo el elenco era de origen latino y Aimara la única boliviana.
Los ensayos eran de 9:00 a 4:00, luego iba a clases de 4:00 a 10:00. Los fines de semana cumplía con sus trabajos de niñera y daba sus clases de baile, además de que por las noches le llegaban tareas que debía hacer para el día siguiente. Afortunadamente trabaja muy bien bajo presión, dice, con su sonrisa de oreja a oreja.
En este proceso aprendió sobre percusión corporal y a usar su cuerpo como instrumento. “Me voló la cabeza”. “Yo decía: no tengo idea, cómo voy a hacer eso”. Y lo hizo.
Acerca de “Barba”
Barba es un musical brasileño que explora la historia real de Fernando Barba, quien tenía un don extraordinario para crear música utilizando su propio cuerpo como instrumento. Barba, un virtuoso de la música, fundó el conjunto brasileño de percusión corporal Barbatuques. Esta técnica musical promovió la expansión de los ritmos brasileros por el mundo y la dedicación de Fernando Barba a la enseñanza de esta forma innovadora y accesible de música corporal transformó la vida de muchas personas.

Esta producción destaca el legado de Fernando Barba, quien murió hace pocos años, luego de recibir un diagnóstico médico que le impedía continuar con su misión.
El musical se presentó en el teatro Pregones del Bronx durante varios días del mes de febrero y agotó taquilla en todas las funciones. Si quieres saber más o ver escenas del musical, puedes hacerlo en las redes sociales de Luis Salgado. Instagram: @lsalgadoart o R.Evolución Latina
¿Qué le dirías a alguien con un sueño similar al tuyo, pero con menos ventajas?
Es difícil tomar decisiones, en general, pero más si no tienes apoyo. Lo más importante es creer en ti misma y uno de mis mantras es “yo hago mi circunstancia, mi circunstancia no me hace”. Entonces, tener esa mentalidad, yo creo que te puede dar alas para hacer muchas cosas. Independientemente de en qué posición estés en la vida. Empezar ahí, con lo que tienes en ese momento, vas a ir armando cosas con las que puedes ir un poquito más allá y luego un poquito más allá.
