Reír para no llorar

Decía Dostoyevski (1821 – 1881) que puedes conocer el carácter de las personas si analizas su forma de reír. La franqueza, la hipocresía y la honestidad podrían reflejarse en este gesto, si se presta la atención necesaria.

La risa exige ante todo franqueza, pero ¿dónde encontrar franqueza entre los hombres? La risa exige bondad, y la gente ríe la mayoría de las veces malignamente. La risa franca y sin maldad, es la alegría: ¿dónde encontrar la alegría en nuestra época y dónde encontrar a la gente que sepa estar alegre?

El adolescente, 1875

Adicionalmente, la risa ofrece varios beneficios. Aparte de eliminar energía negativa, una buena carcajada refuerza el sistema inmunológico, despeja la congestión nasal, mejora la respiración e, incluso, reduce la presión arterial. Además, ¿qué nos queda sino reír, para no llorar?

Hoy te propongo recuperar las carcajadas que por tantas causas estamos dejando pasar; reír es necesario, sobre todo ahora que la estupidez generalizada parece cundir más que cualquier virus. Los títulos de esta cartelera son tan variados como divertidos y recorren diversas épocas del cine internacional, rescatando algunas de las películas más recomendables del género y que nos aseguran risas de principio a fin. Una lista para incluir en el kit de emergencias en días de melancolía, furia y cuarentena.

La llamada. Javier Ambrossi y Javier Calvo, España, 2017. Ha sido nominada a decenas de premios y se ha llevado varios, incluyendo el Goya a mejor canción original. En clave de risa y música, la historia se desenvuelve en un campamento para señoritas, dirigido por monjas. ‘La llamada’ es una reflexión acerca de la libertad y lo fundamental de ser una misma, en cualquier circunstancia, sea sexual, religiosa, política o social. (Disponible en Netflix)

Deadpool. Tim Miller, EEUU, 2016. Nominada a dos Globos de Oro (mejor comedia y mejor actor). Ryan Reynolds encarna al antihéroe menos convencional de la franquicia Marvel, con todas las características para lograr la impopularidad: está desfigurado, ha perdido a su familia, no puede morir aunque lo intente y tiene un obscuro y retorcido sentido del humor. Todos estos elementos funcionan muy bien en esta historia que, además, salpica sangre en cada escena.

Un novio para mi mujer. Juan Taratuto, Argentina, 2008.  Adrián Suar interpreta a El Tenso, un compungido joven que ya no sabe qué más hacer para lidiar con el pésimo carácter de su esposa, la Tana, magníficamente interpretada por Valeria Bertuccelli. Como parece haber agotado todos sus recursos y no tiene el coraje de plantearle la separación, opta por contratar a un conocido seductor, con la esperanza de que sea ella quien tome la decisión de dejarlo.

El diario de Bridget Jones. Sharon Maguire, Reino Unido, 2001. Una inteligente, irónica y deliciosa crítica a los patrones sociales, lo que probablemente la convirtió en la comedia más querida de su década, con sobradas razones. Renée Zellweger fue nominada al Oscar por este papel. La acompañan Hugh Grant y Colin Firth, que se desempeñan a la altura de la protagonista. Fue nominada a los Goya, a los BAFTA y a los Globos de Oro, en la categoría de mejor película y/o comedia.

The full monty. Peter Cattaneo, Reino Unido, 1997. Ganadora del Oscar a mejor banda sonora, tres premios BAFTA y un Goya, como mejor película europea, esta original historia sorprendió gratamente cuando se estrenó. Un grupo de trabajadores fabriles sufre las consecuencias del cierre de su fuente de empleo. La fábrica era el sustento de prácticamente toda la zona y ahora las opciones para generar ingresos son casi nulas, hasta que a uno de ellos se le ocurre una medida extrema: organizar un espectáculo de streaptease.

La jaula de las locas. Mike Nichols, EEUU, 1996. Nominada a un Oscar y dos Globos de Oro, cuenta con la actuación del inolvidable Robin Williams, quien interpreta a un homosexual que administra un bar de espectáculos drag. Su tranquilidad se verá en peligro cuando su hijo decide casarse con la hija de un político ultraconservador y anti derechos y debe organizar una reunión entre las dos familias. La fotografía estuvo a cargo de Emmanuel Lubezki, el maestro de la imagen en títulos como Gravity, Birdman o El renacido.

La fiesta inolvidable. Blake Edwards, EEUU, 1968. Sin temor a exagerar, creo que muchos aún recordamos este título como una de las comedias más hilarantes que hayamos conocido. Difícilmente volveremos a ver una historia con gags tan bien logrados, con un protagonista como lo fue Peter Sellers y la música de Henry Mancini. Sellers encarna a un antipático actor que llega de India para rodar una película y que se presenta en una sofisticada fiesta, donde provocará un sinfín de desmanes.

El apartamento. Billy Wilder, EEUU, 1960. Esta joya de la comedia hollywoodense se hizo de cinco premios Oscar, incluyendo a mejor película, además de tres Globos de Oro y tres BAFTA, entre otros galardones. Verla hoy es muy recomendable no solamente porque se trata de una película de culto, sino porque resulta particularmente interesante ver personajes, historias y situaciones que están tan vigentes como hace 60 años. Quizá en ello radique la genialidad de Wilder, en su capacidad para reflejar la naturaleza humana más allá del tiempo. Con estupendas interpretaciones a cargo de Shirley McClaine y Jack Lemmon. (Disponible en DailyMotion.com).

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