Querido Óscar

edfBastó un intercambio de miradas para que ambos sonriamos con una mezcla de complicidad y aprecio. ¿Cuántos años han pasado? Uhhh… tantos, suspira.

Desde 1989 y durante una década trabajó en ese inolvidable bar de Sopocachi que muchos aún extrañamos, un antro irresistible que se llenaba de almas noctámbulas en busca de oscuridad, música y amigos. Oscar Bazán fue uno de los más apreciados meseros de El Socavón. Todas las noches caminaba kilómetros enteros, dentro de esos escasos metros cuadrados, llevando bandejas llenas de vasos por las mesas repletas de parroquianos que se aprestaban a escuchar las tocadas en vivo de los músicos que comenzaban en esos años con los nombres de Lapsus, 3X, Anada, Loukass, Coda 3 y tantos otros.

¿Qué es lo que más recuerdas de esa época? A don Jaime, Sol Mateo, Gastón Ugalde y tantos artistas que siempre iban por ahí, me dice. Yo lo recuerdo como un hombre correcto. El mesero que estaba firme noche a noche, en una labor que no siempre era fácil. Era grato llegar al bar y verlo ahí, junto al resto de los compadres.

En esos años, mientras trabajaba de noche, Oscar estudiaba de día. Se recibió como agrónomo casi al mismo tiempo que El Soca cerró. Ahora se dedica a contratos eventuales y siempre está de acá para allá, así que cuando camina por las calles paceñas no falta quien lo reconoce y se alegra de ver ese rostro de franca mirada que tantos recuerdos trae.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: